miércoles, 5 de noviembre de 2014

Camino de Santiago - Día 10: Morgade - Hospital de la Cruz

Para cumplir nuestro plan de llegar a Santiago el jueves, necesitábamos hacer un mínimo de 25km/día pero la paliza y la lluvia del día anterior no me han dejado avanzar más y hemos tenido que parar en Hospital de la Cruz a dormir porque mis pies y mis muslos se habían rendido. Y antes de que me digas que de 21 a 25km no hay nada, te diré yo que cuando los dolores aprietan y caminas a 2km/h, hasta un solo metro te puede parecer eterno, ya ni te cuento lo que es aguantar un par de kms bajo el sol de medio día.

Camino de Santiago - Portomarin

Estaba tan tan tan agotada que me quedé toda la tarde frita y no he sido capaz ni de escribir, ni de curar ampollas ni nada, solo necesitaba dormir muchas horas seguidas. 

Salimos de Morgade pronto, como siempre. Durante los primeros 10km caminamos entre charcos de barro de la lluvia del día anterior en la profunda Galicia rural. Mis muslos ya daban señales de debilidad, sentía como si hubiera entrenado piernas en mi primer día de gym y ni las famosas Dorflex-españolas han podido engañar mi cuerpo. Además, mi insomnio estuvo presente toda la noche y había pasado más tiempo jugando a las cartas en el móvil y oyendo al guiri de la cama de al lado roncando que en brazos de morfeo. Desastre máster.

Camino de Santiago - Portomarin


Cuando llegamos a Portomarin, paramos en un bar a desayunar y a tomar unas cuantas pastillas más para el dolor (inútilmente). A la salida del pueblo, mis pesadillas se han hecho realidad y nos hemos visto metidos en medio de una gran excursión de abuelos norteamericanos  con una media de edad de 65 años. Iban todos organizados, con guía y mochila, super equipados con material de primera The Northface y las ganas de caminar de quien acaba de bajarse del autobús de apoyo. Yo ya sabía que los últimos 100km del camino iban a estar plagados de turisgrinos pero sinceramente nunca habría imaginado cruzarme con una excursión organizada de este tipo, sobretodo en el momento que mis músculos más sufrían. Contraste total: yo con mis 28 años arrastrándome por el sendero mientras abuelos me adelantaban por todos lados mirándome con cara de pena y preguntando si estaba bien y necesitaba ayuda. Tierra tragame :|

Camino de Santiago - Dia 10


Para completar el sufrimiento, el calor había vuelto y la lluvia anunciada no habia dado las caras, caminamos largo rato bajo un sol fuerte al lado de los maizales y sin ninguna sombra donde refugiarme, me recordó los primeros días del Camino en Castilla y León.

Camino de Santiago - Dia 10


Me rendí en cuanto vi la plaquita que anunciaba "Albergue a 100m" y no pensé ni dos veces antes de meterme dentro del edificio. Aun no había llegado la recepcionista (los albergues municipales abren a las 13h) pero el segurata muy majo nos dejó pasar a tumbarnos en vez de quedarnos en la puerta esperando.
El albergue era muy pequeñito, tenia capacidad para unas 20 personas solo, era muy parecido al de O Cebreiro pero más pequeño y sin los carteristas famosos. Lo malo es que estaba ubicado en medio de la nada a orillas de la carretera, cada vez que pasaba un coche (cada 2minutos) podías hasta oler al humo que éste dejaba en el aire y sentir la vibración del motor en la litera. Pero en aquel momento, esto me daba completamente igual.

Camino de Santiago - Hospital de la Cruz

Días antes, hablando con otros peregrinos llegamos a la conclusión de que el camino te enseña la valorar lo más básico de la vida: ducha-comida-cama, y esto ha sido exactamente lo que he hecho. Ni me he importado con el ejército de mosquitos que me han cenado durante toda la noche (tengo picaduras hasta en la cara!!).

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