domingo, 15 de marzo de 2015

Un día en Los Ángeles - Qué hacer en la meca del cine


Como os he dicho en la entrada anterior, quitamos parte del tiempo que teníamos planeado en Los Ángeles para hacer la Pacific Coast Highway, lo que nos dejaba solamente 8h para visitar la meca del cine. ¿Qué hicimos en tan poco tiempo? Ahora os lo cuento.


- El origen de Los Ángeles -

Madrugamos para hacer el checkout del hotel y aprovechar el día antes de volver a Las Vegas. Seguimos entonces a Olvera Street, una pequeña plaza con una calle peatonal de mismo nombre ocupada por puestos de artesanos y restaurantes mexicanos. 


Se dice que allí nació la ciudad, de hecho se conserva hasta hoy la casa Adobe Avila construida en 1818 por Don Francisco Avila y considerada la más antigua de Los Ángeles. 


Tras la visita a la casa (libre y gratuita), paramos en un pequeño puesto a desayunar al estilo mexicano, con burritos y nachos incluidos. A ratos te olvidas de que estás en Estados Unidos hasta que te encuentras a un equipo de cine grabando una escena en medio de la plaza, muy típico.




- Skyline en coche - 

Confieso que los Skylines no son mi parte preferida de las grandes ciudades, me parecen todos iguales con sus muchos edificios modernos. Así que dimos un rápido paseo en coche por la zona antes de seguir con la ruta.



- El Paseo de la Fama -

Ir a LA y no visitar el Paseo de la Fama es un sacrilegio, lo sé. La calle en si es un teatro con todos los artistas disfrazados de loquesea, desde Capitán América con sobrepeso hasta 3 variedades distintas de Spiderman. Es gracioso, tanto que paseamos por la calle hacia arriba y abajo como buenos turistas que buscan estrellas de sus artistas favoritos mientras se echan unas risas con los artistas callejeros. 


Como aún era pronto por la mañana, el local estaba tranquilo y se podía caminar sin agobios. Por cierto, desde el Teatro Dolby (donde realizan la ceremonia anual de los Oscars) se puede ver a lo lejos el famoso cartel de Hollywood.



- Las mejores vistas de la ciudad, el Observatorio Griffith -

Seguimos en coche hacia el Observatorio Griffith donde nos indicaron en la oficina de turismo como el mejor sitio para observar el cartel de Hollywood. 


Construido en 1935 como observatorio, sala de exposiciones y planetario, el local se encuentra en la zona sur de la Montaña Hollywood dentro del Parque Griffith. Se puede acceder en coche hasta la cima, la visita al observatorio es gratuita, posee muchísimos senderos para aquellos a los que le gusta el deporte al aire libre y unas vistas de quitar el aliento a cualquiera. 


El sitio bien vale un pitstop, pero no, no está cerca del cartel de Hollywood así que tras poco más de una hora volvimos al coche en busca de una calle que nos permitiera acercarnos al famoso cartel.


- ¡Hemos encontrado el cartel de Hollywood! -

Después de un rato buscando por callejuelas de un barrio residencial, encontramos una calle llena de carteles prohibiendo el acceso. "¡Hemos encontrado! ¿Vendrá la poli a por nosotros si invadimos la zona?", pensamos. Así que aparcamos el coche donde pudimos (la verdad es que no había mucho sitio) y subimos lo que quedaba de calle andando, lo más cerca que hemos podido. Ya podemos tachar una de los puntos de nuestro To Do List :)




- El Pier de Santa Monica -

Poco tiempo nos quedaba de visita y al final tuvimos que elegir la última parada de la ruta entre la extensa oferta que hay en la ciudad. El Pier de Santa Monica ha ganado fácil, es lo que tiene ser un amante del mar. 


Intentamos ir hasta Malibu en coche antes de parar en el Pier pero el atasco de coches era tan exageradamente extenso y nuestro tiempo tan escaso que cambiamos de idea y nos fuimos al Pier a comer una hamburguesa con patatas fritas mientras escuchábamos cantantes locales y su buena música en directo, luchábamos contra las gaviotas ladronas de patatas fritas y paseábamos por la playa.





- Y en el país de los coches, los atascos son el pan de cada día - 

Y una ruta que debería habernos costado no más de 4h en coche se transformó en un viaje eterno. Tardamos casi 3h en SALIR de Los Ángeles y llegamos a Las Vegas a las mil de la noche. La carretera que une ambas ciudades es una recta infinita, lo que hace con que el viaje se vuelva un poco aburrido. Además, recuerda que estamos en un desierto por la noche por lo que tampoco hay mucho que ver para distraerse. Pero no me quejo, he terminado el día satisfecha :)